Cubierta de besos
Cuando me trajo los papeles de palabras difíciles, nunca me
había dado tantos besos. Ella es la que me enseñó a limpiar los zapatos y a
morderme las uñas. Era la que me compraba los cuentos a siete pesetas y la que
me vistió el primer día que fui a conocer a mi hermano pequeño. Pero nunca fue mucho de besar así, a tontas y a locas, como nosotras. Sin embargo ese día sí, ese día de papeles pesados, se echó a llorar y a darme besos como nunca.
Por eso tuve que hacerle un regalo
valioso. No costoso, sino valioso, hecho con mis manos, para que ella también
sintiera el calor que me daba para lanzar esos papeles, que no decían nada, por los
aires.
Premisas: poner en práctica la técnica del decapado. Luego alguien abandonó un revistero delante de mi; lo cogí; en cuanto lo había hecho, había dejado de ser basura para volver a ser un revistero en perfecto estado.
Materiales
- Lija de grano 150
- Nogalina
- Pintura acrílica color blanco roto
- Lija de acero 00
- Cera incolora
- Papel decorado de gramaje grueso
- Cartón
- Brocha, una media
Transformación
Le pasé una lija suave solamente para eliminar irregularidades. Después le di una capa de nogalina, y una vez seca ésta, una de pintura blanca un poco gruesa e irregular. Sin dejar secar la pintura del todo (así es como debería haberlo hecho, pero la dejé secar demasiado y me costó mucho más decapar), lijé con lana de acero untada en cera. Finalmente, le saqué brillo con una media.
Las flores del frontal las saqué ampliadas del papel decorado y recorté unas plantillas para luego hacer un estarcido con nogalina (aunque lo ideal hubiera sido pintura para hacerlo más resistente, me gustaba el efecto que daba ésta).
Por último, forré unas piezas de cartón con el papel decorado para las partes del revistero que no hacían nivel con el resto.
Y voilà! Listo para ocupar su sitio en casa! En la de be, o en la tuya...
Materiales
- Lija de grano 150
- Nogalina
- Pintura acrílica color blanco roto
- Lija de acero 00
- Cera incolora
- Papel decorado de gramaje grueso
- Cartón
- Brocha, una media
Transformación
Le pasé una lija suave solamente para eliminar irregularidades. Después le di una capa de nogalina, y una vez seca ésta, una de pintura blanca un poco gruesa e irregular. Sin dejar secar la pintura del todo (así es como debería haberlo hecho, pero la dejé secar demasiado y me costó mucho más decapar), lijé con lana de acero untada en cera. Finalmente, le saqué brillo con una media.
Las flores del frontal las saqué ampliadas del papel decorado y recorté unas plantillas para luego hacer un estarcido con nogalina (aunque lo ideal hubiera sido pintura para hacerlo más resistente, me gustaba el efecto que daba ésta).
Por último, forré unas piezas de cartón con el papel decorado para las partes del revistero que no hacían nivel con el resto.
Y voilà! Listo para ocupar su sitio en casa! En la de be, o en la tuya...
Que bien hiciste llevándote ese precioso revistero a tu casa. Nada como darle un cambio y que nadie lo conozca para que vuelva a lucir sus mejores galas en otra casa donde lo aprecien y le den uso.
ResponderEliminarMe ha encantado el cambio Be y además es muy bonito. Desde luego has tenido muy buena idea con el aspecto nuevo y le favorece muchísimo. Tienes unas manos estupendas para lavarle la cara y que tenga otro look, seguro que su destinataria estará super contenta.
Besitos Be