Ganas de primavera

Ganas de que se quede el sol. De sentarme contigo en la terraza a tomarnos algo, o los que caigan. De tostarnos la nariz mirando estos primeros soles que queman, de ganas que le echan. De escuchar piar a los pájaros de vuelta, emigrados de estos fríos. De sacar los cachivaches fuera, los libros, algún libro, cualquier libro y leer un poco, y hacer las cosas de las manos con una lija, con un pincel, con la cera. Respirar muy profundo el aroma de las flores de tela de mi jardín de mentira, más real que yo misma durante estos días de espera.

 

La inspiración

Proceso creativo

Quería un jardín en la terraza, y la foto de inspiración me dio la idea.

Materiales

- Flores de tela

- Alambre de conejera con forma cuadrada

- Imprimación para alambre

- Pintura verde en spray

- Alambres cierra-bolsas

- Pincel 

Transformación

Con el fin de que la pintura se adhiriera bien al alambre, primero imprimé este con imprimación especial para metal. Una vez seco, lo rocié con la pintura en spray, ayudándome con un pincel en aquellos lugares en los que el spray no lo cubría bien, para evitar gastar demasiada pintura.

Una vez fijada la alambrada en la pared, ya sólo tuve que colocar las flores, entretejiendo los tallos (que  eran bastante largos) entre los agujeros del alambre, y sujetándolos con los alambres que vienen en las bolsas para congelar.

Y violà! Listo para ocupar su sitio en la casa. En la de be, o en la tuya... Eso si, el olor  lo tendrás que imaginar.